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Partería: historia y orígenes

Historia de la Partería en el Mundo

La partería puede considerarse casi tan antigua como el acto mismo del nacimiento al cual busca atender y proteger , según los autores Rabinerson & Horowitz (1). Así, en sus inicios, las mujeres -generalmente de mayor edad- asumían un rol central, guiadas por las necesidades de sus comunidades.

La Confederación Internacional de Matronas (ICM) (2) realizó un rastreo muy interesante de la práctica de la partería desde el Paleolítico (40.000 a. C.), en entornos de alta mortalidad y sin regulación formal, en los que las mujeres se apoyaban en la observación de otros mamíferos para enfrentar el proceso de parto. Mencionan en la publicación, el rol de las parteras tradicionales a lo largo de la historia, tanto Indígenas como afrodescendientes.

Revisando la bibliografía publicada, Barnawi, et al. (3)  examinan, la evolución histórica de la partería, entendida como la primera profesión holística y una práctica socialmente construida. Su objetivo era analizar las transiciones que ha tenido a lo largo del tiempo, identificando factores tales como estructuras sociales, industrialización, género, clase socioeconómica, educación, entre otros,  que transformaron el concepto del cuidado y alcance de la práctica.

En este contexto, es importante considerar las siguientes definiciones.

En 1992, OMS, UNFPA y UNICEF publican una declaración conjunta: Traditional birth attendants: a joint WHO/UNFPA/UNICEF statement  manifestando la necesidad de reexaminar la definición, el papel y el futuro de las asistentes tradicionales del parto. En su definición, un/a asistente tradicional del parto (TBA-Traditional Birth Attendant- por sus siglas en inglés) es una persona que asiste a la madre durante el parto y que adquirió inicialmente sus habilidades al atender partos por sí misma o a través del aprendizaje con otras asistentes tradicionales del parto. Las parteras tradicionales estaban incluidas en esta definición. Así, el propósito de la declaración fue clarificar el rol real y potencial de las/los asistentes tradicionales de parto en la salud materno-infantil y la planificación familiar, identificar las problemáticas involucradas en su capacitación y prácticas, y proporcionar orientación para políticas dinámicas de atención de salud.

La partería tradicional ha sido entendida, históricamente, como el conjunto de conocimientos, prácticas y valores transmitidos de generación en generación dentro de comunidades Indígenas, afrodescendientes y rurales. Las parteras tradicionales ofrecen atención durante el embarazo, parto, puerperio y muchas veces también en salud sexual y reproductiva.

En el artículo Parteras tradicionales: salvar vidas conjugando los saberes de las medicinas ancestral y occidental, publicado por la OPS (4) se menciona que, “en comunidades rurales y remotas de América Latina, las prácticas ancestrales como la partería tradicional han sido transmitidas de generación en generación. En estas zonas, donde las barreras geográficas y las diferencias culturales dificultan el acceso a los centros de salud, el apoyo práctico y espiritual de las parteras o matronas puede ser la diferencia entre la vida y la muerte”. 

Revisando la literatura científica, se encuentra el artículo “Midwifery and Midwives: A Historical Analysis”  de los autores Barnawi et al. (5) el cual examina la evolución histórica de la partería, entendida como la primera profesión holística y una práctica socialmente construida. Su objetivo es analizar las transiciones que ha tenido a lo largo del tiempo, identificando factores tales como estructuras sociales, industrialización, género, clase socioeconómica, educación, entre otros, que transformaron el concepto del cuidado y alcance de la práctica. En el artículo, los autores expresan que la partería, históricamente era una práctica no regulada en la que las mujeres, generalmente, tomaban la iniciativa basándose en las necesidades de sus comunidades. Eran sanadoras y consejeras espirituales.

Actualmente, la partería (ver definición de matronería de la Confederación Internacional de Matronas) es una profesión que cuenta con un ámbito de práctica regulado (6).

En el documento básico Definición Internacional y ámbito de práctica de la matrona, se define a la misma como «Una matrona es una persona que ha terminado satisfactoriamente un programa de formación en el ejercicio de la partería, basado en las Competencias esenciales para la práctica de la partería de la ICM y en el marco de las Normas para la formación en la partería de la ICM, reconocido en el país correspondiente; que ha obtenido las calificaciones requeridas para registrarse y/o licenciarse legalmente para ejercer la profesión de matrona y utilizar el título de «matrona» y que demuestra competencia en el ámbito de práctica de la partería»(6).  Esta definición ha sido revisada y adoptada en la reunión anual virtual del Consejo 2024 y volverá a revisarse en 2027.

Con respecto a la diferencia entre parteras tradicionales (también llamadas comadronas en algunos países) y profesionales (matronas), en el 2021, en reunión de consejo, la ICM adoptó la “Declaración de postura Asociación entre matronas Indígenas y no Indígenas” en el cual se reconoce el derecho a la autodeterminación de acuerdo con los sistemas de gobernanza Indígenas, la discriminación que sufren en el sistema de salud las parteras tradicionales Indígenas y se brindan una serie de recomendaciones.

Hoy en día, una matrona es una persona que se ha graduado de un programa aprobado que cumple con las competencias esenciales de la Confederación Internacional de Matronas.

En la  Posición Internacional 1ra Cumbre Mundial de Parteras Tradicionales. Esp & Eng. Relacahupan, que tuvo lugar en julio 2025, se aclara que “en el idioma español los nombres Partera y Comadrona se usan para la Partera Tradicional mientras que matrona es según define la Confederación Internacional de Matronas.  Aunque todavía algunas usan el nombre Partera para todas” (7).

Partería tradicional en las Américas

En las Américas, la partería tradicional Indígena ha sido transmitida principalmente de forma oral y empírica, integrando conocimientos culturales, espirituales, el uso de plantas medicinales y prácticas rituales.

Este modelo antecede al denominado, por las mismas parteras, biomédico, institucional u occidental y se ha desarrollado sobre la base de la experiencia comunitaria y la mentoría intergeneracional. Además, en muchos contextos, la partera es también consejera y referente de salud reproductiva, con funciones que abarcan desde antes de la concepción, al cuidado de la embarazada y su recién nacido hasta los cuidados postparto y de anticoncepción.

En las poblaciones afrodescendientes, la partería se consolidó como una estrategia para garantizar la atención frente a la exclusión, las barreras de acceso y las prácticas discriminatorias y racistas en los sistemas de salud. 

En la actualidad, las parteras tradicionales continúan desempeñando un papel fundamental en la promoción de la salud materna, neonatal y comunitaria en numerosos países de la Región de las Américas. Su labor, enraizada en conocimientos ancestrales y prácticas transmitidas intergeneracionalmente, representa una expresión viva de los sistemas tradicionales de salud y del ejercicio del derecho a la salud con pertinencia cultural.

En contextos rurales y geográficos alejados de la urbanidad, en donde habitan poblaciones indígenas y afrodescendientes, las parteras tradicionales constituyen a menudo el primer y, en ocasiones, el único recurso disponible para las mujeres durante el embarazo, el parto y el posparto. Más allá de la asistencia al parto, su acompañamiento incorpora dimensiones espirituales, emocionales y sociales que fortalecen los vínculos comunitarios y promueven la confianza en los procesos de salud.

En los últimos años, algunos países han avanzado en el reconocimiento y articulación de las parteras tradicionales con los sistemas nacionales y locales de salud, mediante estrategias interculturales que, a través de diálogos de saberes, entre otros procesos participativos, promueven el aprendizaje mutuo y la planificación conjunta. Además, en varios de estos países se han impulsado, a solicitud de las mismas parteras, entrenamientos en tecnologías comunitarias para la identificación temprana de riesgos y la derivación oportuna a un centro de mayor complejidad

Estas experiencias han contribuido a la reducción de barreras de acceso al sistema de salud, al incremento de la satisfacción de las usuarias y a la mejora de los resultados maternos y neonatales.

Sin embargo, persisten desafíos relacionados con el reconocimiento de su trabajo fuera de las comunidades, la protección de sus saberes, el acceso a recursos para el ejercicio seguro de su labor y la valoración de sus aportes por el personal del sistema institucional de salud.

Frente a ello, la OPS/OMS promueve la cooperación técnica para fortalecer las capacidades de los Estados Miembros en la implementación de políticas y programas que incluyan el enfoque intercultural en los servicios y , en este sentido, entre otros, articule con las parteras tradicionales desde un enfoque de derechos, interculturalidad y equidad de género.

Época prehispánica, colonial y postcolonial

La partería tradicional en las Américas posee raíces ancestrales profundas, anteriores a la llegada de los europeos. En las culturas indígenas, las parteras eran figuras centrales y respetadas en la comunidad, guardianas de la vida y la cultura. Sus conocimientos, transmitidos generalmente de forma matrilineal (de abuela a madre a hija), se vinculaban estrechamente con cosmovisiones que integraban la salud física, emocional y espiritual, haciendo uso de la herbolaria (plantas medicinales sagradas) y prácticas ceremoniales. La atención no se limitaba al parto, sino que abarcaba el embarazo y un extenso periodo de posparto, ofreciendo un acompañamiento completo y solidario a la madre y su familia.

Con la llegada de Colón en 1492, la partería tradicional Indígena fue estigmatizada por las autoridades europeas.

Sin embargo, durante la época colonial y hasta el siglo XIX, las parteras, incluyendo a mujeres esclavizadas y migrantes, continuaron siendo las principales proveedoras de atención al parto en la mayoría de las comunidades.

En Mesoamérica, pueblos como los Mayas y Nahuas tenían parteras tradicionales. En el artículo “Algunos aspectos históricos de la atención al embarazo”de los autores Alfaro Alfaro et al. (8) se describe que la Tlamatlquiticitl, que era la partera tradicional, tenía la categoría de sacerdotisa, de socializadora, de consejera en asuntos matrimoniales y de educadora en salud, pero que, en la época postcolonial, en México, la atención del embarazo tuvo su propia regulación y uno de los primeros aspectos fue el establecimiento del protomedicato en 1628.

En el artículo “La continua adaptación de la partería a través de sus representaciones y ejercicio: un recorrido por su historia en México” de Ortiz Coss (9) se publica una foto descriptiva de la atención de la partería tradicional en  México, y se hace referencia a la Historia general de las cosas de Nueva España, recopilación de Bernardino de Sahagún (entre 1547 y 1577, aproximadamente) sobre las parteras Nahuas, Temixihuitani o Tlamatquiticitl, quienes gozaban de reconocimiento y distinción en sus comunidades.

Con la llegada de Colón en 1492,  la partería tradicional Indígena fue estigmatizada.

En cuanto a la partería tradicional de las mujeres afrodescendientes esclavizadas y llevadas a las América (siglo XVI) se encuentras escritos que muestran que aportaron sus saberes transmitidos desde África donde la partería era oficio femenino. 

Período Contemporáneo

Con la consolidación de los Estados, en el siglo XIX, los partos empiezan a trasladarse a hospitales urbanos y se impulsa la formación de parteras en escuelas formales de la biomedicina occidental. 

Algunos escritos dan cuenta en los países de los orígenes de la profesionalización de la partería. Por ejemplo, en “A History of Midwifery in the United States The Midwife Said Fear Not” de Burst y Thompson (10) se señala que, a lo largo de la historia, la esencia de la partería ha permanecido: estar junto a la que da a luz. Tradicionalmente, el parto era un ámbito atendido por mujeres, a pesar de que también hay parteros varones. Las mujeres en las comunidades preferían la atención por sus parteras antes que a profesionales de la medicina de las instituciones.
Hasta mediados del siglo XX, gran parte de los partos en áreas rurales de América Latina eran atendidos por parteras tradicionales. En las décadas de 1960–1980 hay un auge de campañas de promoción de la hospitalización e institucionalización del parto. En este contexto, la partería tradicional Indígena y afrodescendiente es deslegitimada por los sistemas de salud al ser considerada “no científica”. Sin embargo, siguió siendo la principal forma de atención en áreas rurales y comunidades étnicas y de áreas remotas.

Ya entrando en el siglo XXI, varios movimientos indígenas y afrodescendientes comienzan a exigir reconocimiento de la partería tradicional. Algunos hitos actuales son:
-2003 (UNESCO): Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial reconoce la importancia de los saberes tradicionales, incluida la partería.
-2007 (ONU): Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas reconoce el derecho a conservar medicinas y prácticas de salud propias. Este derecho incluye la protección de sus conocimientos tradicionales y recursos naturales, así como el control y desarrollo de sus propios sistemas de salud.
-2017 en adelante (OPS/OMS): Política sobre etnicidad y salud (2017), Estrategia y Plan de acción (2019-2025), Diálogos de saberes con parteras tradicionales. Promoción del parto culturalmente seguro.

En la Primera Cumbre Mundial de Parteras Tradicionales, celebrada en julio de 2025 en Cali, Colombia, las parteras expresaron su posición sobre la articulación de sus prácticas con el sistema institucional de salud y la necesidad de mejorar el apoyo y las intervenciones internacionales, solicitando atención y respeto durante todo el proceso de formulación de leyes relacionadas con su labor, destacando la importancia de su voz en cada etapa.

Hoy, la partería Indígena y afrodescendiente se promueve como una práctica ancestral y un patrimonio cultural vivo.

 

Referencias bibliográficas:

(1)  Rabinerson D, Horowitz E. Ancient obstetrics: a historical perspective. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol. 2007;134(1):5-8. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17674557/

(2) International Confederation of Midwives (ICM). The origins of midwifery [Internet]. The Hague (NL): ICM; 31 ene 2022[citado 5 nov 2025]. https://internationalmidwives.org/the-origins-of-midwifery

(3) Barnawi N, Richter S, Habib F. Midwifery and midwives: a historical analysis. J Res Nurs Midwifery. 2013;2(8):114-21. https://www.interesjournals.org/articles/midwifery-and-midwives-a-historical-analysis.pdf

4) Organización Panamericana de la Salud (OPS). Parteras tradicionales: salvar vidas conjugando los saberes de las medicinas ancestral y occidental [Internet]. Washington, D.C.: OPS; junio de 2023 [citado 5 nov 2025]. Disponible en: Parteras tradicionales: salvar vidas conjugando los saberes de las medicinas ancestral y occidental – OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud 

(5) Barnawi N, Richter S, Habib F. Midwifery and midwives: a historical analysis [Internet]. J Res Nurs Midwifery. 2013;2(8):114–21 [citado 5 nov 2025]. Disponible en: https://www.interesjournals.org/articles/midwifery-and-midwives-a-historical-analysis.pdf

(6) Confederación Internacional de Matronas (ICM). Definición internacional y ámbito de práctica de la matrona [Internet]. La Haya (NL): ICM; 12 ene 2024 [citado 5 nov 2025]. Disponible en: https://internationalmidwives.org/es/resources/definicion-internacional-de-matrona/

(7) Red Latinoamericana y del Caribe de Partería Tradicional (RELACAHUPAN). Posición internacional: 1ª Cumbre Mundial de Parteras Tradicionales [Internet]. Español e inglés. Julio de 2025 [citado 5 nov 2025].

(8) Alfaro Alfaro N, Villaseñor Farías M, Valadez Figueroa I, Guzmán Sánchez A, González Torres YS. Algunos aspectos históricos de la atención al embarazo. Investig Salud. 2006 abr;8(1):50-3. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=14280108 

(9) Ortiz Coss B. La continua adaptación de la partería a través de sus representaciones y ejercicio: un recorrido por su historia en México. Revista Chicomoztoc. 2020 jul–dic;2(4):93–101. https://revistas.uaz.edu.mx/index.php/chicomoztoc/article/download/861/787/3046

(10) Burst H, Thompson J. The early voices of midwives. A history of midwifery in the United States: “The midwife said fear not” [Internet]. Nueva York: Springer Publishing Company; 2015 [citado 5 nov 2025]. Disponible en: https://connect.springerpub.com/content/book/978-0-8261-2538-5/part/part01/chapter/ch01